jueves, 21 de abril de 2011

Desastre ......¿Natural?


Desastre ......¿Natural?

El terremoto y tsunami de Japón de 2011, denominado oficialmente por la Agencia Meteorológica de Japón como el terremoto de la costa del Pacífico en la región de Tōhoku de 2011 fue un terremoto de magnitud 9,0 MW[ ]que creó olas de maremoto de hasta 10 m.[ ]El terremoto ocurrió a las 14:46:23 hora local del viernes 11 de marzo de 2011. El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, frente a la costa de Honshu, 130 km al este de Sendai, en la prefectura de Miyagi, Japón. En un primer momento se calculó su magnitud en 7,9 grados MW, que fue posteriormente incrementada a 8,8, después a 8,9 grados por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).[ ]Finalmente a 9,0 grados MW, confirmado por la Agencia Meteorológica de Japón y el Servicio Geológico de los Estados Unidos.[]
El terremoto duró aproximadamente 2 minutos según expertos. El Servicio Geológico de Estados Unidos explicó que el terremoto ocurrió a causa de un desplazamiento en proximidades de la zona de la interfase entre placas de subducción entre la placa del Pacífico y la placa Norteamericana. En la latitud en que ocurrió este terremoto, la placa del Pacífico se desplaza en dirección oeste con respecto a la placa Norteamericana a una velocidad de 83 mm/año. La placa del Pacífico se mete debajo de Japón en la fosa de Japón, y se hunde en dirección oeste debajo de Asia.[]
Terremoto y olas causaron daños graves a varias plantas nucleares en Japón. En Fukushima se produjo una explosión que libero gases radiactivos a la atmosfera. El riesgo de una liberación masiva de material nuclear era alto.
Un terremoto en un fenómeno natural, imprevisible e inevitable. La prevención de desastres consiste, precisamente, en tomar medidas razonables, basadas en la probabilidad de que se presenten fenómenos naturales dañinos, para minimizar los estragos que estos pueden causar en la sociedad humana.
Los ingenieros tomaron medidas para prevenir cualquier desastre ante un tsunami y un terremoto pero los eventos superaron todas las previsiones.
Un reactor nuclear consta de barras de combustible radiactivo, uranio o plutonio, que sufre una reacción controlada de fisión a altísima temperatura, que hace hervir el agua, la cual se aprovecha para generar electricidad. Las barras controladoras absorben los neutrones y detiene la reacción en cadena.
En la planta nuclear de Fukushima sucedió que se dañaron las bombas de agua que alimentan al reactor para enfriarlo, las plantas de emergencia también resultaron dañadas, ante esto el reactor se calentó y las placas de hormigón y acero que lo rodeaban se empezaron a fundir.  Afortunadamente los técnicos pudieron bombear agua de mar para enfriar el núcleo del reactor pero hubo escape de radiación y rápidamente se tomaron medidas adecuadas para reducir el daño por radiación en la población y proteger la ciudad contra otros posibles desastres.

Las autoridades ordenaron desalojar a unas 80 mil personas de un radio de 20 kilómetros alrededor de las plantas 1 y 2 de Fukushima, como medida preventiva, ante el hallazgo de celsio y yodo radiactivos en las cercanías de la planta.
¿Habrán tomado las medidas necesarias o no para que ocurriera esto?

Investigación de los Reactores Nucleares de Japón

¿Qué pasa en los reactores nucleares de Japón?
Una segunda explosión sacudió a la planta nuclear japonesa dañada por un terremoto, donde las autoridades trabajan de forma desesperada para evitar la fusión del núcleo de los reactores.
El terremoto más grande en los registros de Japón desactivó la refrigeración de apoyo de varios reactores afectados en una planta nuclear en la prefectura de Fukushima al norte de Tokio, lo que causó una acumulación de calor y presión.
Todo esto plantea una pregunta ¿qué pasa ahora en el núcleo de los reactores nucleares?
El núcleo de un reactor consiste en una serie de tubos o varillas metálicas de circonio que contienen pellets de combustible de uranio almacenado en los que ingenieros llaman equipos de combustible.
Se bombea agua entre las varillas para mantenerlas frescas y para crear el vapor que impulsa una turbina generadora de electricidad.
La refrigeración de apoyo tuvo problemas varias veces durante los últimos tres días en los reactores 1, 2 y 3 en la planta de Fukushima.
En el funcionamiento normal de un reactor, neutrones de energía alta del combustible de uranio golpean átomos y los rompen, en una reacción en cadena que genera calor, nuevos elementos radiactivos como estroncio y cesio, y nuevos neutrones que continúan el proceso.
La reacción en cadena se detuvo a pocos segundos del terremoto en todos los reactores nucleares en Japón, inclusive los más afectados, ya que se apagan automáticamente: barras de control hechas de boro se insertaron en el combustible, que absorbieron los neutrones.
Sin embargo la degradación natural de los materiales radiactivos en el núcleo del reactor continúa produciendo calor, llamado calor residual, que cae a un cuarto de su nivel original durante la primer hora, y luego desaparece más lentamente.
Normalmente ese calor es eliminado por bombas de refrigeración que en la planta de Fukushima perdieron el suministro de energía de emergencia a causa del terremoto, el tsunami o ambos.
Trabajadores de emergencia intentan refrigerar los núcleos del interior de los reactores y remover el calor residual con el bombeo de agua de mar al interior de estos. Agregaron ácido bórico al agua de mar para intentar detener las reacciones nucleares aun más, como medida adicional de precaución.
La refrigeración de los reactores es importante porque aunque se hayan detenido las reacciones en cadena, aun queda suficiente calor para fundir las varillas metálicas que rodean el combustible de uranio. Si estas se calientan lo suficiente, reaccionan químicamente con el agua que las rodea, lo que produce un gas de hidrógeno explosivo.
Fue ese gas de hidrógeno lo que causó las dos explosiones en la planta de Fukushima, en la unidad 1 el sábado y en el reactor 3 el lunes, según expertos y funcionarios.
Ingenieros intentaron ventilar el hidrógeno hacia la atmósfera, lo que también contribuyó a cierto grado de radiación local porque el gas contenía pequeñas cantidades de partículas radiactivas.
El núcleo del reactor está dentro de un espeso contenedor de acero, rodeado por una estructura de contención de hormigón. Alrededor del conjunto hay un edificio más abierto con una cobertura bastante delgada a la que no se le da una función estructural importante.
Las explosiones de hidrógeno sólo dañaron al edificio externo, que colapsó, no a las estructuras internas, según las autoridades.
Si se rompiera una cúpula de acero en el interior de un reactor, subirían los niveles de radiación. Pero a esta altura ya no hay suficiente calor como para destruirlas, dicen expertos.
Aun queda el riesgo de que se funda el núcleo, que es lo que ocurrió en Three Mile Island en Pennsylvania en 1979. En ese caso, el sitio sería sellado en forma permanente.
Chernobyl en 1986 fue una situación diferente donde las barras de control no lograron controlar la reacción de fisión en cadena, y esto llevó a explosiones que destruyeron el reactor, lo que derramó radiación que contaminó a Ucrania y Europa en el peor desastre civil en la historia mundial.

TOKIO, JAPÓN (16/MAR/2011)
- Los operadores de la planta de Fukushima, afectada por el sismo en Japón, dijeron que el jueves volverán a usar helicópteros militares para lanzar agua en los reactores más afectados, luego de abandonar el primer intento ante el aumento de los niveles de radiación.

Mientras las autoridades luchaban por contener la crisis nuclear con una variedad de opciones, expertos en salud dijeron que el pánico por las fugas de radiación en la planta Daiichi podría desplazar amenazas potencialmente más peligrosas para los sobrevivientes del terremoto y el tsunami del viernes, como el frío o el acceso a agua potable.

Yukiya Amano, el jefe del organismo supervisor nuclear de la ONU, en tanto, dijo que si bien no es preciso decir que las cosas están "fuera de control" en Japón, la situación es "muy grave", con daño esencial en tres unidades de la planta.

Una serie de advertencias y reportes sobre la crisis en Japón de especialistas y funcionarios en todo el mundo presionaron a los mercados estadounidenses, con los tres mayores índices de acciones retrocediendo con fuerza.

Los operadores estaban pegados a las pantallas, presionando el botón de venta cada vez que los funcionarios daban sombrías declaraciones sobre la situación en Japón.

El principal regulador nuclear de Estados Unidos señaló al Congreso que los niveles de radiación en la planta nuclear japonesa afectada podrían dar dosis letales de radiación a los trabajadores de emergencia.

"Creemos que alrededor del sitio del reactor hay altos niveles de radiación", señaló Gregory Jaczko, director de la Comisión Reguladora Nuclear.

"Será difícil para los trabajadores de emergencia acercarse a los reactores. Las dosis que podrían experimentar serían potencialmente dosis letales en un período muy corto de tiempo", agregó.

El Gobierno japonés dijo que los niveles de radiación a las puertas de la planta eran estables pero, en una señal de estar sobrepasado, pidió a compañías privadas que ayudaran a distribuir suministros a decenas de miles de personas evacuadas de las zonas circundantes al complejo.

Máquinas excavadoras intentaban despejar el camino hacia el reactor, ubicado a 240 kilómetros de Tokio, para que los camiones de bomberos pudieran acceder e intentaran enfriar la instalación usando mangueras.

"La gente no estaría en peligro inmediato si saliera con estos niveles. Quiero que la gente entienda esto", dijo el jefe de gabinete Yukio Edano en una rueda de prensa televisada, refiriéndose a los que viven fuera de una zona de exclusión de 30 kilómetros.

Los altos niveles de radiación impidieron que un helicóptero volara hasta la zona para lanzar agua sobre el reactor número tres (cuya cubierta fue dañada por una explosión y de donde se vio salir vapor a primera hora) para intentar enfriar sus barras de combustible.

Los ejecutivos de Tokyo Electric Power Co. dijeron poco después de la medianoche (15:00 GMT) que pedirían al Ejército que haga un segundo intento el jueves más tarde.

El operador de la planta describió el reactor número tres (el único en Daiichi que utiliza plutonio en su mezcla de combustibles) como la "prioridad". El plutonio, una vez absorbido en el flujo sanguíneo, puede persistir durante años en la médula ósea o el hígado y causar cáncer.

La situación en el reactor número cuatro, donde se declaró el fuego, "no era buena", añadió el operador de la planta, mientras se echaba agua a los reactores número cinco y seis, lo que indicaba que toda la instalación de seis reactores estaba ahora en peligro de sobrecalentamiento.

"Verter agua en las piscinas de los reactores número tres y número cuatro es una alta prioridad", declaró en una conferencia de prensa Hidehiko Nishiyama, funcionario de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial de Japón.

El funcionario agregó que la piscina para varillas de combustible usado del reactor tres se estaba calentando, mientras que las del reactor cuatro seguían siendo una preocupación.

"Podría ser un problema grave en unos días", señaló.

Diferentes reacciones tras el accidente

En el caso del accidente de Chernóbil el aviso a la población tardó varios días en ser efectivo desde el momento en el que sucedió la explosión. Solo una zona pequeña fue evacuada y las noticias en televisión se resumieron a un escueto comunicado que no alertó a la población; solo la imposibilidad de ocultar el accidente obligó a Gorbachov a anunciarlo más de quince días después de que sucediese. De este modo miles de personas fueron afectadas por culpa de una decisión política.
En el caso de la central japonesa las evacuaciones se han realizado en cuanto los niveles de radiación han ascendido a valores por encima de lo normal, antes de que las partículas peligrosas salieran al exterior del reactor. Esto ha permitido evitar miles de víctimas potenciales. Dado que el yodo radiactivo acumulado en el tiroides podría ser uno de los problemas más peligrosos, la población ha recibido pastillas de yodo con las que evitar este problema. La información ha sido mayor y la preocupación por la población civil también, evitando así futuras malformaciones en bebés aún no nacidos, causadas porque sus madres pudieran exponerse a radiaciones sin saberlo (tal como sucedió en Chernóbil).
En ambos casos se ha utilizado a una serie de personas, llamados liquidadores, que han luchado arriesgando sus vidas para minimizar los problemas dentro de la central. Son quienes tratan de manejar los controles de los reactores para evitar que el problema se descontrole aún más de lo que ya está por culpa de la propia naturaleza de las reacciones nucleares. Muchos de los liquidadores soviéticos se convirtieron en héroes por obligación; en el caso de Japón hay una serie de voluntarios que arriesgan sus vidas por un admirable sentido del honor.

Diferencias entre los desastres de Chernóbil y de Fukushima

La primera gran diferencia entre los dos accidentes es la causa que los originó. En el caso de Chernóbil el accidente ocurrido el 26 de abril de 1986 tuvo como origen una serie de errores humanos. La central programó una prueba en uno de los reactores para comprobar si los sistemas funcionaban bien; un cambio de turno y la ausencia de personal suficientemente cualificado acabaron desembocando en una explosión que emitió toneladas de material radiactivo al exterior. El escaso rigor a la hora de controlar la seguridad que existía en la antigua Unión Soviética hizo aún más peligrosa esta cadena de errores.
En el caso de Fukushima la construcción y los protocolos se han realizado siguiendo normas de seguridad muy estrictas. Los edificios han soportado el terremoto sin muchos problemas y los sistemas de refrigeración habrían funcionado si no hubiera sido porque el inesperado tsunami los inutilizó. Las excepcionales condiciones externas a las que se ha sometido la central han sido la causa directa del problema.
Tras el terremoto y el tsunami de Japón el miedo se ha volcado en la alarma nuclear y en el riesgo de que la central nuclear de Fukushima acabe emitiendo (o ya haya emitido) gran cantidad de radiactividad a la atmósfera. Se teme que la zona sea inviable para la vida y que nadie pueda acercarse a varios kilómetros en la redonda en muchos años. La noticia es seguida en directo por millones de espectadores que confían en que el ser humano sea capaz de ganarle la partida a la Tierra, de que entre todos seamos capaces de evitar un gran desastre.
Solo el accidente de Chernóbil y las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki pueden compararse con lo que está sucediendo en este pequeño lugar de la costa este de Japón. El miedo a las radiaciones, algo invisible y dañino, tiene a la sociedad más preocupada que los miles de muertos que aún quedan sepultados bajo el lodo, la basura y los escombros que dejó el terremoto de 9 grados en la escala de Richter.

Consecuencias de los accidentes nucleares

La radiación nuclear daña el interior de los núcleos de las células y los genes que hay allí, por eso es tan peligrosa. Las personas expuestas a radiaciones suelen absorberlas por el sistema respiratorio, aunque en muchas ocasiones el tiroides y la sangre son los más afectados. Por eso los casos de leucemia son más habituales en caso de que existan problemas con las radiaciones, porque se trata de un cáncer de las células sanguíneas. En el tiroides se almacena yodo, si ese yodo es radiactivo, en lugar de yodo normal, es capaz de destruir el sistema inmunitario y hacer a las personas más sensibles a las infecciones.
Otro de los aspectos más importantes a destacar dentro de los peligros de las radiaciones causadas por reacciones nucleares es que sus efectos en el ambiente pueden durar cientos de años, y por lo tanto, son mucho más dañinos que cualquier otra sustancia tóxica en el ambiente, que es mucho más fácil de eliminar.

JOEL CATANA PONCE
KARLA ALONSO ROBLES
DIEGO GOMEZ GOMEZ

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